Este mes de julio, hemos realizado el webinar sobre doble materialidad: ¿cómo realizarla con éxito?, con nuestro consultor experto en sostenibilidad y RSC, Arnau Domènech.
Este webinar ha sido clave para descubrir cómo elaborar la doble materialidad, siguiendo las indicaciones del Reglamento Delegado 2023/2772 de la Comisión en cuanto a normas de presentación de información en sostenibilidad y otras fuentes de información, con los objetivos de tener una gestión interna más eficiente y sostenible y de estar preparados por los futuros Informes de Sostenibilidad, los cuales sustituirán los actuales Estados de Información no Financiera (EINF).
Si no pudiste asistir, en este artículo te explicamos un resumen de la sesión y las conclusiones más destacadas.
Introducción a la doble materialidad
La doble materialidad es la evolución de la materialidad convencional, la cual se centra exclusivamente en nuestro impacto al exterior y la valoración por parte de los grupos de interés. Esta materialidad de impacto continúa vigente y puede ser una herramienta útil hasta que se elabore la doble materialidad.
Sin embargo, es importante conocer la doble materialidad. Esta es obligatoria para las empresas que tienen que elaborar sus Informes de Sostenibilidad y conlleva una serie de ventajas para todas las organizaciones, puesto que analiza tanto la dimensión financiera como la dimensión de incidencia y, con los resultados que se obtienen, se identifican los pasos a seguir.
La doble materialidad pone el foco en la importancia de que las organizaciones no solo consideren cómo sus actividades inciden en su entorno, positivamente o negativamente, en el ámbito social, ambiental, económico y de gobernanza, sino que tengan en cuenta otros factores externos, o internos, en materia de sostenibilidad que afectan o pueden afectar positivamente o negativamente sus fianzas. De este modo, la doble materialidad se centra en cómo las actividades de la organización impactan al exterior y cómo las finanzas se pueden ver afectadas significativamente por cuestiones de sostenibilidad.
En esta línea, hay que identificar y evaluar las incidencias, riesgos y oportunidades de las empresas (IROs), así como tener muy definida la cadena de valor.
El Reglamento Delegado 2023/2772 de la Comisión define la cadena de valor como “toda la gama de actividades, recursos y relaciones vinculados al modelo de negocio de la empresa y el entorno exterior en el cual opera”. Esto incluye la totalidad del proceso desde que se elaboran los productos o servicios hasta su entrega, consumo y final de vida útil.
Por lo tanto, se podría clasificar de la siguiente manera:
- Aguas arriba: Operaciones de la cadena de suministro (empresas proveedoras de productos o servicios). No solo relaciones contractuales directas.
- Operaciones propias: En este apartado entra la matriz y las sociedades dependientes, además los mapas de procesos pueden ser de utilidad para tener presentes las actividades que se llevan a cabo en la organización.
- Aguas abajo: Se trata de los productos o servicios vendidos hasta el final de su vida útil. Por ejemplo, la atención al cliente o la gestión de residuos.
Otros aspectos que pueden entrar en juego a la hora de determinar las IROs y los grupos de interés afectados son el entorno de financiación, geopolítico y normativo, en el cual opera la empresa.
¿Cuáles son sus fases?
A la hora de elaborar la doble materialidad se puede dividir el proceso en 3 fases:
Fase 1. Contextualización del sector
Esta fase es primordial, puesto que comprende el análisis del modelo de negocio, el contexto, sector y grupos de interés internos y externos, aspectos que ayudarán a identificar la cadena de valor También es necesario observar los competidores y los indicadores voluntarios que pueden aportar información, como los Global Reporting Initiative (GRI) sectoriales. Se han de utilizar tanto fuentes de información interna como externa.
Fase 2. Identificación de las posibles IROs
A partir de los conocimientos de la primera fase, y de los conocimientos internos de la organización, se identifican y seleccionan posibles IROs a tener en cuenta por la evaluación de la doble materialidad. Es importante conocer, como mínimo, todos los temas abordados en las Normas Europeas de Información de Sostenibilidad (NEIS) temáticas (medioambiental, social y de gobernanza).
Fase 3. Evaluación de las IROs
Finalmente, se evalúan las IROs, para identificar las más significativas, siguiendo los criterios de la dimensión de incidencia y la dimensión financiera que indica el Reglamento Delegado 2023/2772. Desde Energía Local tomamos varias fuentes de referencia además del Reglamento, como las guías de EFRAG o de GRI para encontrar la metodología de elaboración de doble materialidad más adecuada para cada organización.
El resultado de la doble materialidad es la base esencial de los futuros Informes de Sostenibilidad, puesto que se tendrá que reportar información sobre las IROs identificadas.
En Energía Local te ayudamos con la doble materialidad
Como se ha mencionado en el artículo, la doble materialidad es clave para los futuros Informes de Sostenibilidad y sus obligaciones de reporting. Además, beneficia al buen funcionamiento de la organización, a través de la identificación y gestión de las IROs, y para anticiparse de manera proactiva ante posibles cambios internos o externos.
Si estás interesado en saber más sobre la doble materialidad, no dudes en ponerte en contacto con nuestro equipo. Te asesoraremos personalmente.