El pasado 12 de abril, se aprobó la publicación del Real Decreto 214/2025, de 18 de marzo, el cual ha supuesto una serie de cambios en la regulación de la huella de carbono, derogando el anterior Real Decreto 163/2014. Este nuevo marco establece obligaciones claras de cálculo, reducción y publicación de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) para determinadas entidades, y consolida el registro de huella de carbono, compensación y proyectos de absorción de dióxido de carbono.
A continuación, exploramos qué es la huella de carbono y las principales novedades introducidas por el nuevo Real Decreto.
¿Qué es la Huella de Carbono?
La huella de carbono representa la cantidad total de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) generadas directa o indirectamente por una actividad, persona, organización, evento o producto, expresada en toneladas de CO2 equivalente. Es una herramienta esencial para identificar fuentes de emisiones y establecer estrategias de mitigación del cambio climático.
Tipos de huella de carbono:
- Corporativa: Emisiones generadas por una organización en sus operaciones.
- Producto o servicio: Emisiones a lo largo del ciclo de vida de un producto.
- Evento: Emisiones derivadas de la organización y realización de un evento.
Los tres alcances de la huella de carbono:
El cálculo de la huella de carbono se estructura habitualmente en tres niveles o «alcances» definidos por el Protocolo de Gases de Efecto Invernadero (GHG Protocol):
- Alcance 1: Emisiones directas procedentes de fuentes que son propiedad o están controladas por la organización, como calderas, vehículos o procesos industriales.
- Alcance 2: Emisiones indirectas asociadas al consumo de electricidad, vapor, calefacción o refrigeración adquirida.
- Alcance 3: Otras emisiones indirectas que ocurren en la cadena de valor, tanto aguas arriba como aguas abajo, como los desplazamientos de empleados, viajes de negocios, uso de productos vendidos o tratamiento de residuos.
El cálculo preciso de la huella de carbono permite implementar planes eficaces de reducción de emisiones y facilita la toma de decisiones alineadas con la sostenibilidad y los objetivos climáticos internacionales.
El nuevo Real Decreto 214/2025: Claves y novedades
El Real Decreto 214/2025 introduce una serie de obligaciones y mecanismos actualizados para reforzar el papel de la huella de carbono en la política climática nacional. Estos son sus principales aspectos:
Obligaciones para Grandes Empresas
Las empresas a las que les aplica el artículo 49.5 del Código de Comercio y el artículo 262.5 de la Ley de Sociedades de Capital, es decir, las empresas obligadas a presentar el Estado de Información No Financiera, deben:
- Calcular anualmente los alcances 1 y 2 de su huella de carbono (el alcance 3 es voluntario), empezando por la del año 2025.
- Elaborar y publicar un plan de reducción de emisiones con un horizonte mínimo de cinco años.
- Publicar dicha información de forma accesible y gratuita, normalmente en su informe de sostenibilidad.
- La inscripción en el registro oficial será voluntaria.
Obligaciones para la Administración General del Estado y Sector Público Estatal
- Calcular anualmente su huella de carbono, empezando por la del año 2025.
- Incluir a partir de 2028 el alcance 3 (emisiones indirectas en la cadena de valor).
- Elaborar un plan de reducción con objetivos medibles y horizonte temporal mínimo de cinco años.
- Publicar esta información en sus portales y en el informe de sostenibilidad regulado para el sector público.
- Registrar anualmente su huella y plan de reducción en el registro oficial.
Nuevas tipologías y mejoras técnicas
El decreto introduce nuevas tipologías de proyectos de absorción de CO2 y regula de forma explícita la huella de carbono de eventos. También se incluyen mejoras procedimentales y requisitos adicionales para facilitar la interoperabilidad con registros autonómicos.
Metodología y transparencia
El cálculo de la huella deberá realizarse utilizando los factores de emisión publicados en el portal del registro. El plan de reducción deberá ser compatible con:
- La transición hacia una economía sostenible.
- El Acuerdo de París.
- El objetivo de neutralidad climática para 2050, conforme al Reglamento (UE) 2021/1119.
La información deberá estar disponible de forma pública, gratuita y accesible.
Conclusión
El Real Decreto 214/2025 marca un antes y un después en la regulación de la huella de carbono en España. No solo establece obligaciones específicas para grandes empresas y administraciones públicas, sino que introduce un enfoque técnico más sólido, armonizado con la normativa europea y orientado a la transparencia y la rendición de cuentas.
La implantación de estas medidas supone un paso decisivo para cumplir con los compromisos climáticos internacionales y acelerar la transición hacia una economía baja en carbono. Las organizaciones deben prepararse para asumir estas nuevas responsabilidades, invertir en el cálculo riguroso de sus emisiones y diseñar planes de reducción ambiciosos y realistas.
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